El poder tras el poder, no importa las artimañas, el complot, los asesinatos, las jugadas sucias; el caso es seguir adelante con el plan secreto de apoderarse de todo sin compensar un céntimo.
Así se mueve el mundo, como rueda suelta y con unos intereses solo con el afán acaparador de cualquier reditó que produzca dinero. Aquí la moral no entra, ni se actúa con honestidad, solo se tiene una imagen fija en la cual cualquier obstáculo se atropella con tal de pasarlo y obtener el fin que se persigue.
El fanatismo por el dinero y la supremacía por el poder de personajes oscuros, manipuladores al ciento y sin escrúpulos a la hora de tomar alguna decisión.
El mundo gira y no para de girar, cada día mueren las naciones que están en estado crítico y enfermas ellas los ciudadanos se contagian de miedo y sin perspectivas buscan salidas para sobrevivir.
Drogadictos por doquier, gentes sin esperanza que vagan el mundo esperando nada, mientras en el otro lado, alguien busca la manera de producir más dinero, mas poder, mas avaricia.
Siempre mienten, casi siempre tienen malas intenciones, te pueden timar, no hay ideología, solo el dinero es el motor del movimiento, el poder y la vida.
No busquemos valores de antaño, esos pasaron a mejor vida, ahora en la vida hipócrita que arrastra la sociedad tiene una visión ciega por la ambición de poseer, de manipular y por sumir a los demás al esclavismo moderno con sueldos de miseria y concentración de la riqueza.
Alejados de toda actitud crítica, se va más allá de lo racional y pasamos el umbral de lo absurdo donde crean modelos cada vez mas cerrados donde nadie objeta y a todos perjudica; vaya modernismo y callados donde creemos tenemos libertad estamos atados al modelo en pos del desarrollo y acallados por las instituciones crean barreras invisibles encerrando a todos en un redil.
Manipulan pocos, el poder es mucho y la sumisión es castigo por aceptar todo y enfermedad por recibir sin reclamar. Que vana es la sociedad, muere en sus angustias.
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